martes, 13 de julio de 2010

PQ NOS ENAMORAMOS?


Por qué una persona se enamora precisamente de tal o cual persona, Y no de cualquier otra de las miles de parejas potenciales que encuentra, sigue siendo un profundo misterio. El azar, la química y la probabilidad de que dos pequeñas ventanas de receptividad se abran en el preciso momento de conocerse son garantía de impredecibilidad. Pese a todo, la ciencia ha hecho algunos modestos avances en el camino para comprender por qué nos enamoramos y por qué nos desenamoramos.

Las cualidades esenciales que las personas desean en una pareja definen las reglas del juego del emparejamiento en los humanos. Los deseos determinan hacia quién nos sentimos atraídos y qué estrategias son efec tivas para atraer a la pareja deseada. Las violaciones del deseo crean conflictos y preconizan la disolución conyugal. La satisfacción de los deseos del otro se convierte así en un medio eficaz de conseguir y retener a una pareja, y aumenta la posibilidad de un amor a largo plazo. Los hombres de todo el mundo dan más importancia a la juventud y al atractivo físico, cualidades reconocidas como importantes signos de fertilidad y futuro potencial reproductor de la mujer. Las mujeres de todo el mundo desean hombres ambiciosos, que gocen de una posición social decente, posean recursos o el potencial para adquirirlos y que sean unos años mayores que ellas. Durante toda la vasta historia evolutiva humana, los hijos de una mujer han sobrevivido y prosperado mejor cuando la mujer ha elegido a un hombre rico en recursos y comprometido a invertirlos en su pareja.

Entonces, ¿es el amor únicamente una fría evaluación de las especificidades de una persona? ¿Acaso no es una emoción que nos ciega hasta la quiebra? Un poco de ambas. La gente no suele enamorarse de personas que carezcan de las cualidades que desean. En un estudio de las respuestas de hombres y mujeres a anuncios personales se halló que era más probable que los hombres iniciaran un contacto con una mujer cuando ésta mencionaba sus atractivos físicos y una edad joven en la descripción de su persona. De otro lado, era más probable que las mujeres iniciaran un contacto con un hombre cuando éste mencionaba unos ingresos razonables y un nivel de educación respetable.

Pero por mucho que a quién acabemos amando siga una implacable lógica utilitaria, es también posible que el amor haya evolucionado para hacemos ciegos a los defectos de la pareja. Hay al menos dos explicaciones científicas para la miopía que produce el amor. Son pocas las per sonas que posean la lista completa de las cualidades deseadas, y la ma yoría tenemos que conformamos con menos de lo que desearíamos en un mundo ideal. Por lo general, sólo las personas muy deseables pueden atraer a personas igualmente deseables. Acaso la ley del amor mejor do cumentada sea la del emparejamiento selectivo, es decir, la tendencia a que las parejas estén formadas por personas que se parecen. Las personas inteligentes y cultas tienden a casarse con personas con las que puedan compartir sus ideas y erudición. Las personas atractivas y seductoras buscan pareja igualmente atractiva. Aunque los opuestos ocasionalmen te se atraen, en el amor duradero los «8» generalmente se casan con los «8», y los «6», con los «6».

No tiene sentido insistir en los defectos de cuando uno se enamora. De hecho, un estudio reciente señala que la mayoría de las personas manifiestan «ilusión de amante», un exceso de optimismo sobre sus posibi lidades de éxito marital. Mientras que aproximadamente el cincuenta por 100 de los matrimonios acaban en divorcio, sólo un 11 por 100 de las personas casadas piensa que su propio matrimonio puede acabar en divorcio. En un grupo de edad más joven de individuos solteros, sólo el 12 por 100 piensa que en su futuro matrimonio habrá una probabilidad del cincuenta por 100 de acabar separándose, por bien que entre los que se casan ahora, la probabilidad de divorcio ha aumentado hasta el 64 por 100. Estas cifras quizá reflejen sesgos adaptativos que, aunque desviados de la realidad, aumentan la probabilidad de éxito. De acuerdo con esta explicación, el amor es una emoción que motiva a las personas a perse verar en las duras y en las maduras, por mucho que a la larga no siempre funcione. En suma, el amor puede cegarnos de dos maneras: primero, permitiendo que nos conformemos con alguien que no se parezca a nues tra fantasía de la pareja ideal; y segundo, haciéndonos optimistas acerca del futuro de nuestro romance, y aumentando de este modo la probabilidad de que realmente tenga éxito.

sábado, 3 de julio de 2010

UNA BUENA SEDUCCION


Sin ningún tipo de pudores . El hombre en cuestión debe estar dispuesto a todo. Se debe permitir probar y liberarse. Lo peor para ellas es que sea una persona rutinaria y que no se anime a más, que no explore los rincones más secretos suyos y los de su pareja.
Basta de egoísmos . En la mayoría de las relaciones los hombres suelen priorizar su placer por sobre el de ellas. Un buen amante debe ser aquel que se preocupe en darle "beneficios"? extra a su pareja. El placer debe ser compartido.
Tiempo al tiempo . La atención necesaria para concentrarse para que un encuentro sea inolvidable es vital para que todo salga perfecto. Por eso, no hay apuro en acelerar nada. El reloj debe ser uno de las primeras cosas que se tienen que eliminar de la vista. Para tener buen sexo no hay que tener los minutos contados, a no ser que se trate de una aventura.

Que sepa hablar y escuchar . Algo bien característico de las mujeres es que les gusta hablar, ¡cómo no! Y por eso a ellas las erotiza tanto que el "macho"? que tengan a su lado sea un buen conversador, interesante, aunque no "un plomo"?. Pero sobre todo que sepa escuchar e interesarse en lo que ellas dicen. Quien va directo al grano, por el contrario, no es muy sexy que digamos.
Mezcla de romántico con pasional . Un mix fantástico y que nunca falla es la posibilidad del hombre de saber combinar frases y piropos bien elegidos, pero muy instintivo y "animal"? a la hora de acercarse sexualmente. Es decir, que su excitación sea tal a la hora del abordaje que se note en el aire. Ojo, una cosa es ser instintivo y otra cosa es ser un bruto.
Los besos y las caricias, básico . Un beso decidido y bien dado es fundamental para encender los primeros momentos de la pasión entre dos personas. También el saber tocar con delicadeza es algo que no todos los hombres conocen, pero a lo cual ninguno debería dejar de ponerle atención. Los besos y las caricias son el preámbulo perfecto para que ellas pierdan la cabeza de excitación.
Saber esperar el clímax . Estar preparado para esperar cada uno su turno. Según ellas mismas dijeron en este informe, el buen amante es aquel capaz de esperar para ser simultáneos a la hora del orgasmo, o incluso esperarla para llegar al clímax después. Este punto es básico para demostrarles que se está preocupado por lo que ellas sienten y experiment